Teatro en Celtic Park

Ni el mismo Shakespeare hubiese dramatizado tanto, ni el mismo Dickens hubiera supuesto mejor, ni la misma J.K. Rowling hubiese hubiese ideado tal farsa, Dida fingió, engañó, mintió, al fin i al cabo, hizo trampas.

dida tirado en el suelo
La situación se puso tensa, el Celtic decantaba definitivamente el marcador, el campeón caía en un campo teóricamente asequible, y lo hacía en parte propiciado por el mal rechace de Dida. En ese momento, de éxtasis católico, un hooligan salta al césped y le da un toquecito burlón a Dida (no se puede considerar ni tan siquiera colleja), este reacciona torpemente intentando perseguir al «agresor» para luego de dos pasos dejarse caer fulminado, quizás pensando en una posible sanción al Celtic, quizás soñando con salvar en los despachos lo que había dejado perder en el campo. Pero más grave aún es el teatrillo que se montó después, la entrada de los médicos milanistas, la bolsa de hielo en la cara, la camilla, la entrada de Kalac… por suerte el Milan ha decidido no protestar, aunque deberían sancionar al portero brasileño por tramposo, por mentiroso y por mal actor.

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