El Inter ha vencido al Bayern de Múnich por 0-2 y es el nuevo campeón de Europa. El equipo italiano gana la Champions League, curiosamente sin ningún jugador italiano en su once. Han tenido que pasar 90+2′ para que apareciera sobre el terreno de juego el único jugador italiano en el Inter, Materazzi.
Diego Milito, a los 35 y a los 70 minutos, con dos goles de videoteca ha materializado el asalto de los de Jose Mourinho al trono de Europa en el que hasta este sábado ha estado sentado el FC Barcelona.
El partido ha escenificado un nuevo capítulo centrado en el incombustible debate de siempre. ¿Tú qué prefieres, jugar bien o ganar?. Señoras y señores, el Inter de Milán, al margen de un par de apariciones de Julio Cesar, ha dejado mudos a los detractores de su entrenador y nuevo técnico del Real Madrid a falta de confirmación oficial, Jose Mourinho. Ha sabido ser y estar sobre el terreno de juego. Ha esperado cuando ha tenido que esperar y ha sido impiadoso cuando en fútbol un equipo debe serlo para preservar su especie.
La estética de este Inter no debe ser juzgada sólo por la mezquindad que mostró el cuadro ‘nerazzurro’ frente al mejor equipo del mundo, el Barça. Al fin y al cabo los propios jugadores interistas (Maicon, uno de ellos) tuvieron la humildad de reconocer que jugar como eligieron hacerlo en el Camp Nou era la única manera de superar al hexacampeón.
El rol que ha jugado el Bayern de Múnich en esta final amplifica el mérito del Inter. Porque los de Louis van Gaal han ido al frente en todo el partido, nunca le han perdido la cara a la final y han achuchado todo lo que han podido a las huestes de un ‘Mou’ al que a partir de este sábado veremos hasta en la sopa. Evidentemente no podemos especular sobre lo que habría pasado si hubiera entrado el disparo de Müller a los 46′, que atajó Julio Cesar con los pies transformándose en el hombre elástico por un instante. Eso entra en el terreno de las conjeturas, pero para referirnos a este Bayern, como mínimo debemos hacer hincapié en el calificativo que ha sido un dignísimo rival.
«La historia la escriben los que ganan», canta el legendario artista argentino Lito Nebia y esa historia ha sido esta noche de sábado más argentina que nunca. El Inter ha definido la UEFA Champions League 2009-10 con dos goles de un ‘killer’ que tendrá a disposición Maradona en el próximo Mundial, en un equipo plagado de emblemáticos jugadores argentinos. Javier Zanetti, Walter Samuel, Esteban Cambiasso y el propio goleador Diego Milito.
Un Inter en el que hay que destacar la dimensión como jugador de Wesley Sneijder. También de Julio Cesar, portero de la selección brasileña en la que también es fijo el lateral Maicon. Y por supuesto el carácter indomable del mítico Samuel Eto’o, que tanto ayudó al Barça en la acumulación de títulos en el último lustro.
Es el Inter, por su efectividad, sapiencia y personalidad, un gran campeón de Europa y disfruta su tercera Champions con merecida euforia. Ahí quedan las imágenes de un equipo importante, que ha logrado esta temporada el triplete (Champions, Scudetto y Coppa), que jamás pasará desapercibido tanto por sus jugadores como por Jose Mourinho, su omnipresente y polémico entrenador. Un técnico que ha empezado a despedirse apenas segundos después de que sus jugadores ganaran el título, con un abrazo interminable al capitán Javier Zanetti. En dos días le tendremos por aquí. Y entonces, como dijo Pep Guardiola en su última rueda de prensa, empezaremos a «divertirnos mucho».
