La guerra que nunca fue

Emociones. Eso fue lo que le faltó al partido entre Olympique Marsella y Atlético Madrid. El 0-0 final suena a muy poco en un partido con tanta previa (es cierto que la previa apuntaba más a los disturbios que a lo futbolístico, pero se esperaba que al menos tanto fuego cruzado derivara en un aceptable espectaculo, un choque de orgullos, de egos, algo… algo que nunca llegó). Lo cierto es que el empate tiene varios focos de analisis, pero los inocentes y tambien para los malpensados de siempre… 

Banega conduce ante el cerco francés

De antemano Aguirre sabía que el suelo francés tenía poco que ofrecerle. El premio máximo para el conjunto colchonero era regresar a España con el liderazgo del grupo, algo que al DT mexicano no le quitaba el sueño, por eso preservó a Diego Forlan o Tomas Ujfalusi, por citar algunos ejemplos. La clasificación estaba asegurada y si algo preocupaba al club madrileño era la integridad de sus jugadores tras el denso clima que se vivió en los días previos.

El comienzo del partido mostró a un Olympique decidido a hecer valer su localía y a traducir toda esa antipatía hacia el Atlético en goles, pero el correr de los minutos no tuvo piedad con el equipo de Gerets y de a poco fue poniendo en evidencia porque había 8 puntos de diferencia entre ambos clubes.  La defensa marsellesa fue una invitación a lo largo del torneo y esta no iba a ser la excepción, por eso las apariciones de Agüero o Sinama empezaban a demostrar que detrás de una afición más fervorosa que de costumbre y un estadio intimidante, se escondía un equipo de mediocre para abajo, que para males ni siquiera pudo contar con su máxima figura (Mamadou Niang).

Así y todo, con fallas en ambos conjuntos, nadie fue capaz de dar la puntada inicial y la primera parte se fue con el marcador intacto. Las noticias que llegaban desde Holanda no eran las esperadas, Liverpool había revertido el marcador y Aguirre se la jugó mandando al campo a Forlán y Maniche.

Pero el remedio fue peor que la enfermedad, y la movida del DT visitante se transformó en asedió local, que sólo no prosperó gracias a Coupet, quien tuvo quizás su partido mas influyente desde que viste de rojiblanco y ahogó los intentos de Ben Arfa y compañía.

Pero las noticias vía Eindhoven no iban a terminar allí, y le darían al partido entre Marsella y Atlético un nuevo giro. Un tercer gol de Liverpool dejaba la cima del grupo muy lejos para los visitantes y la Copa UEFA muy cerca para los locales. Entonces todo el odio contenido se convirtió en pacto no asumido, y los 22 jugadores practicaron la «no agresión» hasta el pitazo final.

Fue 0-0, fue clasificación como 2º para el Atlético y continuidad en Europa para el Olympique. Como detalle quedan dos cosas para rescatar: Con el empate el conjunto español cedió la posibilidad de definir los octavos de final en el Vicente Calderón, y que pese a todo lo que se dijo el partido se disputó con normalidad y sin hechos de violencia que lamentar.

FICHA DEL PARTIDO

OLYMPIQUE MARSELLA (FRA) 0 – ATLÉTICO MADRID (ESP) 0

Estadio: Velodrome              Arbitro: Wolfgang Stark (alemán)

Goles: No hubo.

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POSICIONES FINALES – GRUPO D

LIVERPOOL (ING)                            14 PTS

ATLÉTICO MADRID (ESP)                 12 PTS

OLYMPIQUE MARSELLA (FRA)          4 PTS

PSV EINDHOVEN (HOL)                   3 PTS

     

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