El título de este informe no intenta catalogar de inmerecido el 3-0 que Arsenal le enrostró a Villarreal en Londres y que significó la despedida del equipo de castellón a la Champions League. Tampoco intenta quitar mérito al equipo de Wenger, que se paseó por el campo de juego y llevó a cabo una categórica demostración de fútbol. Lo que se intenta desde aquí es hacer justicia con el humilde equipo de El Madrigal, que se despidió de la máxima competición europea dejando una imágen completamente opuesta al fútbol que pregona, ponderando el peso ofensivo por sobre la cautela defensiva. Un conjunto dinámico y contundente de medio campo hacia arriba, que esta tarde brindó su última función ante los ojos de toda Europa (y gran parte del planeta) sin siquiera rematar seriamente a puerta.
El tempranero gol de Theo Walcott cuando apenas habían transcurido diez minutos de juego destruyó por completo el planteo amarillo, que llegó a Londres con la clara intención de no salir a por el gol y si esperar a los huecos que su rival pudiera otorgarle.
Pero lo peor del caso fue que tras ese 0-1 (genial vaselina de Walcott tras una asistencia de tacón de Cesc Fàbregas), Villarreal no cambió para nada su planteo. Es cierto que la ausencia de Santi Cazorla y sobretodo la de Marcos Senna, que significa quite y creación en la media, se hicieron sentir, pero queda la sensación de que el equipo de Manuel Pellegrini no se animó a intentarlo, quizás confiado en la posibilidad de golpear de contraataque como ya había ocurrido en Grecia (al fin y al cabo un solo gol le seguía valiendo al submarino amarillo).
Con la ventaja mínima en manos de los locales transcurrió la primera mitad. Una salvada de Gonzalo Rodríguez sobre la línea (más dentro que fuera de la portería) fue la única emoción previa al final de los primeros 45 minutos. En medio de la crítica es justo reconocer que el equipo español logró emparejar la posesión del balon en el cierre de la primera parte, aunque sin profundizar y exponiendose a cada ataque de los locales.
El comienzo del complemento no trajo grandes novedades, aunque durante su desarrollo, y al igual que sucedió en el Madrigal, se evidenció una clara superioridad física del Arsenal por sobre el Villarreal. En España, aquella superioridad se tradujo en el control de balón y posterior empate de Adebayor. En Inglaterra no iba a ser diferente.
A los 15 minutos de la segunda mitad, y en una típica combinación de la fábrica gunner, Robin Van Persie asistió a Emanuel Adebayor, que con un certero remate venció a Diego López colocando el balón junto al poste más lejano del arquero. El gol del togolés fue el certificado de defunción para un Villarreal que ya no tenía energías ni esperanzas de consumar la hazaña.
Recién con el 0-2, el entrenador visitante mandó al campo al turco Nihat y al argentino Ariel Ibagaza, dos de sus principales cartas ofensivas. Pero sería demasiado tarde para un equipo que repitió los errores de 2006, cuando se sintió desbordado en Londres y comenzó a perder la serie que se sellaría con aquel penal de Riquelme. Da la impresión de que el equipo amarillo no estuvo a la altura de la cita.
A los 23 minutos de esa segunda mitad el fútbol del equipo de Wenger más la impotencia de la defensa visitante se combinaron en una dura entrada del uruguayo Diego Godín sobre Theo Walcott en la que el árbitro no dudó en sancionar penalti. Como si fuera poco, en la misma jugada Sebastián Eguren se retiró expulsado por protestarle al juez.
El holandés Robin Van Persie cambió la falta por gol y el partidó finalizó, a un Villarreal que se sabía eliminado le quedaba solo la dificil misión de evitar la goleada y el papelón, que estuvo cerca, pero no llegó. Arsenal monopolizó el control del balón y contó con varias chances, pero en su afán de poner moño a las jugadas con algún lujo, no pudo ampliar la diferencia, que se quedó en un justo 3-0, castigo suficiente para un equipo español que no supo, no pudo o bien no se animó a ser protagonista (algo que solo el DT y los jugadores lo saben).
Sin dudas es una eliminación dolorosa por la forma en la que se dio, pero el Villarreal debe conformarse con saber que desde un pequeño pueblo llegó a posicionarse entre los mejores ocho equipos de Europa, algo que equipos como Real Madrid o Atlético no consiguieron, y sentirse orgulloso de que en dos participaciones en el máximo certamen continental registra una participación en semifinales y otra en cuartos, con una derrota que debe ser utilizada como enseñanza y jugar a favor en un futuro quizás no tan lejano.
FICHA DEL PARTIDO
ARSENAL (ING) 3 – VILLARREAL (ESP) 0
Estadio: Emirates Arbitro: Wolfgang Stark (alemán)
Goles: 10 PT Theo Walcott (A) – 15 ST Emanuel Adebayor (A) – 24 ST Robin Van Persie (A)
RESULTADO GLOBAL
ARSENAL (ING) 4 – VILLARREAL (ESP) 1
